lunes, 14 de abril de 2014

Una semana con el CONELL

Desde el domingo me había dado cuenta que en el centro ya estaban paseando varios de los estudiantes que habían venido a Puebla al XII CONELL, era un atardecer tardío o al menos eso sentíamos debido al cambio de horario de verano, algunos de mis amigos servían de guías turísticos a los recién llegados. Me invitaron a ir con ellos, negué la invitación, aún tenía mucha tarea y no podría dormir esa noche, el siguiente día tendríamos que montar la exposición fotográfica. Era una bella noche, de esas noches que sólo vemos cuando somos jóvenes como diría Dostoievski al principio de Las noches blancas.  

    El lunes había dormido sólo tres horas pero con la suficiente presión para estar despierto. La justificación de la exposición fotográfica era el de reinterpretar el texto literario a partir de la fotografía. Recibimos los bastidores  a primera hora y las fotografías a lo largo de la mañana, no todos los fotógrafos cumplieron con las normas de presentación de las mismas, pero en un congreso siempre se debería saber que no todo sale como se planea. Imprimimos además los textos complementarios que acompañarían las fotografías. A las diez de la mañana volví a mi casa, necesitaba estar presentable para mi primera ponencia, era a las once en el edificio Carolino. Llegué con el cabello aún mojado pero puntual. Dentro y fuera del recinto se encontraban varios estudiantes todos con una charla animada, reencuentros y conversaciones rememorando antiguos congresos, saludé a viejos conocidos además de invitarlos a asistir a mi presentación.

    No llegó el último ponente a la mesa, pero la asistencia en el Salón de Proyecciones fue nutrida, la primera ponencia versaba sobre la intertextualidad religiosa en una novela de hispánica de finales del siglo XIX, la mía fue sobre la intertextualidad de los diarios de Cesare Pavese y un cuento de Ricardo Piglia: Un pez en el hielo.   

    Siempre se disfrutará mejor un congreso como asistente o como ponente que como organizador. Al terminar mi mesa fui con mi equipo a recoger caballetes en la Casa de las Bóvedas y después montar la exposición contra reloj, antes de las cuatro de la tarde. Nos desplazamos después al primer patio del Carolino y en una tarde calurosa hicimos nuestra modesta presentación que, contra todo lo temido, tuvo una afable recepción. La serie de fotografías dedicadas a Macario de la fotógrafa Paola Buenrostro fue la que más robó miradas de los asistentes.  

    El martes las actividades se llevaron a cabo en Cholula, lamentablemente no pude asistir puesto que tuve que presentar un trabajo final de Paleografía y fue im-por-tan-tí-si-mo asistir.

    Había que montar cada mañana la exposición fotográfica, puesto que no nos aseguraban la integridad de la misma y el lugar era requerido para otras actividades, fue nuestra exposición móvil. El día miércoles a las cuatro de la tarde me encontré en la Sala List Arzubide, presentaba el proyecto de Lectura kinestésica de la UADY. El objetivo de estos eventos es el difundir nuestros conocimientos y nuestras perspectivas sobre la literatura, lo comprendí en el momento en que yucatecas les pidieron a los asistentes a quitarse los zapatos, vendarse los ojos y dejarse llevar por su voz. La lectura con los sentidos, la literatura leída por nuestro cuerpo, otra forma de leer y de aproximarnos a textos tan conocidos como La Divina Comedia, El Apando o los versos de García Lorca. El proyecto presentado tuvo una excelente recepción, el evento que tenía pensado no durar más de cuarenta minutos se alargó durante más de dos horas. Al finalizar tuvimos que dirigirnos al Café Marcel para asistir a la última tertulia.


    El ambiente de varias mesas fue más el de compartir experiencias en la investigación de nuestros temas que la investigación en sí. El día jueves presenté junto con Ana María Bermúdez Salomón, -nuestra adorable, amable y responsable organizadora-, la ponencia sobre los topónimos poblanos de origen náhuatl en el Salón Verde a las diez de la mañana. Una hora antes me encontré entregando ensayos sobre realismo ruso, -última parte de mis prácticas en el seminario de Didáctica de la Literatura- posteriormente me dirigí a montar una vez más nuestra exposición fotográfica. Durante toda esa semana estuvimos atareados, varios más que yo. El segundo ponente de nuestra mesa habló sobre la vigencia del dialecto sefardí de forma apasionante, todo comenzó con una anécdota en un zoco en medio de las calles de Estambul durante el servicio religioso, a partir de ahí tenía toda nuestra atención.

    Experiencias académicas y no tan académicas, descubrimientos, hipótesis, tesis que ahondaban en el origen del Mal, lectores que tenían algo que compartir y otros que no tanto, otros que leían con un apasionado acento sus textos y otros en cuyas voces se adivinaba el nerviosismo producido por un nutrido público, mesas que rompían protocolos y otras como medios para curar el insomnio, sin embargo, la mayoría fueron enriquecedoras tanto para los asistentes como para los ponentes.


    Y así llegó la noche del viernes, la fiesta que finiquitaba nuestra deuda durante esa semana. Al final, convivir y con beber con nuestros compañeros, compartir direcciones de redes sociales, de números telefónicos, hablar de nuestra experiencia en esa semana, hablar de proyectos, de futuros planes, de agradecer las nuevas amistades y de reafirmar las viejas, de gritar, de añorar esos días que se nos fueron más rápido de lo que pensamos, de bailar y cantar desenfrenadamente con nuestros hermanos en las letras.  

lunes, 31 de marzo de 2014

Cuestionario post-marxismo



1) ¿Cómo funciona la literatura como ideología?

Terry Eagleton en la conclusión de su libro: “Una introducción a la teoría literaria” reflexiona sobre la validez de la crítica literaria, sin embargo, comienza a preguntarse sobre el papel de la literatura dentro del mundo práctico. De esta reflexión tenemos la siguiente máxima: “Los departamentos de literatura en las instituciones de educación superior son, por lo tanto, parte del aparato ideológico del Estado capitalista moderno. En la literatura existen mecanismos de poder, de validación de discursos, es también un campo de batalla para posicionar determinados valores sobre otros, de esta forma los textos se ven como bases para asentar el poder. La labor de pensar generará a la larga, cuestionamientos y críticas contra el poder.
    La academia y la crítica literaria se erigen como instrumentos e instituciones donde se vigila el pensamiento. El conocimiento y la especialización en el estudio de la literatura se ve restringido a la forma del discurso más que a lo dicho, puesto que el dominio de este lenguaje asegura validez sobre lo dicho, aunque este no tenga, al final tanta importancia. “Los teóricos literarios, junto con los críticos y los profesores, más que impartidores de una doctrina son guardianes del discurso”. Su función es la de vigilar lo expresado por sus discípulos y castigar cualquier transgresión al mismo, y esto en base a lo normativizado por el Estado. La represión es también una parte vital de este proceso ya que descalificará cualquier discurso que vaya en contra de las normas o cuestione los métodos de estudio o acercamientos al mismo.
    El discurso como tal no tiene un significado claro, pero sí se puede afirmar continuamente qué no es el discurso, a partir de ello la exclusión y defensa del mismo se torna más clara.
     Otros de los mecanismos que mueven a la literatura como ideología, y quizá el más importante es el de asegurar un “canon”, este canon se le considera inmutable y hasta cierto punto incorruptible, la validez de un discurso se llevará a cabo considerando qué tan apegado se encuentra a este canon. El canon no se cuestiona, la academia invalidará todas las lecturas que ofrezcan una perspectiva distinta de este.


2) ¿De qué manera se relacionan la forma y el contenido literario?

    Las formas cambian constantemente, el contenido posee en su núcleo los valores de las clases gobernantes, sin embargo, este contenido o el significado no es del todo claro, sino más bien difuso.

    El contenido perfila la forma, esta forma es el tema de estudio de los académicos. Son guardianes del discurso, pero rara vez del contenido. El académico se centrará más en la forma que en lo dicho, podrá olvidar lo enunciado pero no el cómo ya que a partir de la forma se validará el contenido, se rechazará o se autorizará. Las formas también obedecen a distintas circunstancias históricas, cada una genera una forma propia, las formas cambian más que los contenidos. 

miércoles, 19 de marzo de 2014

Artículos sobre las representaciones de la Historia en Noticias del Imperio

Buscador: Google Académico


Clark, Stella T., and Alfonso González. "Noticias del imperio: La “verdad histórica” y la novela finisecular en México." Hispania 77.4 (1994): 731-737.

Fernando Del Paso en Noticias del Imperio reconstruye el pasado contraponiendo relatos históricos, lógicos e ilógicos, a ficciones sobre lo que pudo haber pasado en México durante el Segundo Imperio retando al lector a discernir la verdad histórica”. A través de una variedad de técnicas como el uso de múltiples narradores y la manipulación del espacio narrativo, dominado por Carlota, Del Paso programa una teoría historiográfica que se centra en cuestionar la historia enfocando el elemento de relatividad que la acompaña. El presente estudio pretende iluminar esta posición subversiva del texto así como las posibilidades que se le presentan al lector en cuanto al cuestionamiento de los acontecimientos históricos que se han consignado como hechos verídicos.

Ibsen, Kristine. “La poética del fragmento y el tercer espacio de la historia en noticias del imperio de Fernando del Paso”. Navarra. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra, (2006); págs. 91-103.

Este trabajo propone estudiar los capítulos metatextuales de Noticias del Imperio (1987), versión novelística del Segundo Imperio Mexicano de Fernando del Paso. Aunque la tensión central en la novela radica en la interacción entre los capítulos "históricos" y los monólogos de Carlota, hay lugar en la novela para otras versiones, otras voces, que por su ineludible textualidad nos exigen imaginar un "tercer espacio" discursivo como alternativa. Ya que los narradores de estas secciones son todos individuos comunes y corrientes, de ambos lados del Atlántico, podemos sugerir entonces que la presencia del fragmento también implica un cuestionamiento de la retórica nacionalista, postulando así una visión en que las fronteras culturales se borran y el diálogo se posibilita.

Ibsen, Kristine. "Crónicas de la corte: la teatralidad en Noticias del Imperio." Literatura Mexicana 8.2.

En este trabajo se estudia la noción de teatralidad como estrategia de representación en Noticias del Imperio (1987) de Fernando del Paso. Al presentar la historia dentro del marco del escenario teatral y, en particular, de las convenciones conscientemente artificiales de la commedia dell'arte, el lector se encuentra obligado a reexaminar sus preconcepciones sobre la naturaleza de la representación y, por extensión, entre lo que es la historia y lo que la ficción. Por medio de este recurso la novela termina siendo no solamente un cuestionamiento del discurso histórico sino una crítica de las relaciones de poder en general y del imperialismo en particular.

Rössner, Michael. "De la búsqueda de la propia identidad a la descontrucción de la'historia europea'. Algunos aspectos del desarrollo de la novela histórica en América Latina entre Amalia (1855) y Noticias del Imperio (1987)." La invención del pasado. La novela histórica en el marco de la posmodernidad, Frankfurt aM/Madrid: Americana Eystettensia (1997): 167-173.

El autor considera aspectos formales en torno a la construcción de la novela histórica en Latinoamérica y su evolución a lo largo de las décadas. El autor analiza las representaciones de la Historia a través del estudio de dos novelas escritas en dos siglos distintos: Amalia S. XIX y Noticias del Imperio S. XX.



Buscador: JSTOR

Pons, María Cristina. "" Noticias del Imperio": Entre la imaginación delirante y los desvaríos de la historia." Hispamérica (1994): 97-108.


María Cristina Pons realiza un repaso sobre la evolución de la novela histórica latinoamericana, más concretamente la nueva novela histórica, en este estudio pone un énfasis sobre Noticias del Imperio y sobre los discursos usados por Fernando del Paso para recrear la Historia. 

viernes, 7 de febrero de 2014

LA PORNOGRAFÍA COMO UN FENÓMENO DE MASAS

¿Qué encontramos de divertido en un acto que se repite constantemente? Todos tenemos expectativas de lo que veremos, no se rompen nuestras expectativas, básicamente ves una y ya viste todas. ¿O no?...



    Debemos entender la pornografía como un fenómeno de masas, no del todo aceptado. Siempre ha corrido por debajo de los gustos socialmente aceptables, pero siempre ha estado presente, de forma marginal y cubierta por el tabú. La llegada del siglo XX, las revoluciones sexuales le han dado una apertura cada vez mayor a la industria de la pornografía. Tenemos íconos de la industria del porno, desde la revista del conejito hasta la emblemática “Garganta profunda”. Adorno (1945) nos dice que:

La propia cultura se convirtió en medio de alimentar el sistema del capitalismo moderno. La cultura de masas significó entonces eficacia, cálculo y predicción, las mismas pautas de comportamiento a través de las cuales estos autores habían caracterizado el comportamiento del hombre moderno trasladadas ahora al mundo de la cultura (pág. 108)
    La cultura del sexo se ha vuelto en uno de los pilares del mercantilismo, del capitalismo más voraz que tiene que cumplir cada vez más con la demanda en alza de los consumidores de pornografía, la cual a partir de los años 60 creció a ritmos impresionantes, las revoluciones sexuales de los años 80 marcaron la consolidación de la pornografía como un mercado altamente rentable, su crecimiento no sólo refleja está industrialización que se da igualmente en la música, en el cine, en el arte en general, sino que también nos habla de una apertura liberal sobre los tabúes sexuales. Las revistas impresas y los posters eran los medios idóneos para su difusión.


    ¿La pornografía es un arte? Lo primero que podríamos responder es no, quizá por cuestiones más morales que estéticas, sin embargo, debemos reconocer que aunque hay un río de leche que separa la pornografía de lo erótico, la inquietud artística de representar el sexo de forma explícita y cruda en el arte ha incrementado, ha tenido altas y bajas de acuerdo a los estatutos morales de las generaciones, pero a pesar de ello, nos han llegado obras como las de Boccaccio, el Marqués de Sade, Pierre de Brantome, y en el siglo XX, Bataille, Miller, o en el XXI con Houellebecq y con la novela de Welsh “Porno”, no es fenómeno exclusivo de la literatura, también lo es del cine, de la pintura, del teatro y en ocasiones de la danza. Si la pornografía no es arte, al menos debemos admitir que el arte tiene mucho de la pornografía.


    No han sido pocos los analistas económicos que vieron un gran potencial en las tecnologías del internet con respecto a la pornografía. No sólo los servicios de información se beneficiaron con las tecnologías de los satélites, la banda ancha y la fibra óptica, así tenemos que:

 La cultura de la imagen confirmaba, pues, la nueva naturaleza de un arte mercantilizado: la del bien de consumo. Este carácter mercantil sustituyó las cualidades estéticas de la obra de arte por el valor de cambio que fijaba externamente la lógica comercial (pág. 109)

    La cultura de la imagen relativiza el carácter estético de la obra de arte, se inserta dentro de una lógica comercial que impone estándares bien definidos, la obra de arte deja de serlo  muchas veces al apegarse a estos parámetros.  ¿Qué sucede con la pornografía? Debemos notar, que su crecimiento ha sido exponencial, según estadísticas del 2006 reportó ganancias por el monto de 97 mil millones de dólares, pero aquí sucede algo demasiado curioso como para no ser notado: La pornografía se rige igualmente por una ley de oferta y demanda, con la llegada de internet, no sólo se diversifica el gusto sino que también se refina.



    Anteriormente los tópicos en la pornografía no pasaban de las chicas o chicos, vestidos en ropa interior en poses atrevidas o en su defecto, desnudos,  sino que ahora, existe un amplia gama de elección que explora cada una de las filias,  al ser internet un medio de comunicación mundial, la legislación ha sido un poco ambigua sobre lo que se debe y no debe de hacer en la red, a pesar de ello, la pornografía ha explorado estas posibilidades. Un acto que englobaba sólo el acto de cópula se ha diversificado, ya no sólo tenemos orgías heterosexuales, bisexuales y homosexuales, sino que existe un interés estético en representar el acto sexual, llenarlo más de erotismo y menos de pornografía. Aunque generalmente estas producciones no pasan del terreno del kitch, es muy interesante observar en los últimos diez años el crecimiento de estas producciones que cumplen con todas las normas de cualquier producción cinematográfica, en algunos casos las actuaciones y los argumentos son inusitadamente buenos.  Tenemos de esta manera, películas pornográficas que podrían catalogarse como históricas, donde explorar las filias de un personaje histórico son buen motivo para rodar cámaras, películas detectivescas, de terror, románticas  cuyos argumentos cumplen todos los requisitos de las novelas rosas, y finalmente, aquellas que parten de la parodia para crear una producción, en estas últimas se parte de una película, serie de televisión, hecho actual de gran popularidad  para recrearlo en el mundo del sexo, lo cual en ocasiones, constituye un ejercicio muy interesante de intertextualidad. 

Para Adorno y Horkheimer, la evasión y el divertimento constituyeron las nuevas formas de «placer estético»7. La sociedad capitalista hacía de la diversión una necesidad vital. La dialéctica de la industria cultural - reiteración, estandarización, producción en serie – era análoga al ciclo biológico que el hombre como ser vivo comparte con la naturaleza. Un público ávido de entretenimiento consumía los objetos culturales, los destruía y los incorporaba a su metabolismo, como incorporaba cualquier otro bien comestible (pág. 109)

    El buen sexo siempre es divertido, pero la pornografía puede no serlo siempre, la repetición de un acto básico ha necesitado recurrir a explorar nuevos medios para ser representada, el gusto por la pornografía, es también un gusto que en últimos años ha sido socialmente aceptable y más aún, saludable, la normativización del uso de la pornografía ha sido uno de los aspectos más controvertidos en los últimos años.

    La última cuestión que me queda por comentar ha sido la aparición del sexo amateur como categoría de la pornografía, es difícil delimitar la realidad en la pornografía, más aún cuando se trata del orgasmo femenino. La pornografía también es una fábrica de fantasías, como cualquier ficción, a pesar de ello, al espectador le queda cuestionar la veracidad del placer que contempla, la aparición de personas teniendo sexo ha sido un tema de debate, pero que nos da un interesante punto de vista de la participación del sujeto que quiere formar parte de este medio de expresión al parecer, poco ortodoxo. 






miércoles, 5 de febrero de 2014

Cuestionario: Postestructuralismo II

1    1.-   ¿Qué es un signo saludable y un signo doble?

Un signo saludable es aquel que llama la atención sobre su propia arbitrariedad, da cuenta de su propia artificialidad. Un signo doble es aquel que hace señales dirigidas a su propia existencia material a la vez que transmite un significado.

2.- ¿Qué es un texto escribible?

Son los textos que animan al crítico a modelarlos, a trasladarlos a diferentes tipos de discurso, a producir un juego propio semiarbitrario de significado en contraposición a la obra. El lector o el crítico cambian su papel de consumidor por el de productor.

3.-¿Cuál es el grado cero de la escritura?

Es en el momento en el que no existe un motivo preciso por el cual escribir, en el momento en que este acto se vuelve intransitivo.  Las palabras son el objetivo.

4.- ¿Cuál es el último terreno que queda al placer del significante?

El escribir o el leer-como-si-se-escribiera, constituye el último terreno sin colonizar donde el intelectual puede esparcirse, saborear la suntuosidad del significante.

5.- ¿Cuál es la relación entre el post-estructuralismo y el compromiso político?

El postestructuralismo fue producto de esa mezcla de euforia y desilusión, liberación y disipación, carnaval y catástrofe de 1968. Incapaz para romper las estructuras del poder estatal, el postestructuralismo vio que sí era posible subvertir la estructura del lenguaje.

6.- ¿Cuáles son los argumentos de Eagleton contra los post-estructuralistas?

La resignación ante el hecho de no poder afirmar nada, lo cual cae en un excesivo relativismo. Y al no afirmar nada no se compromete con nada, lo cual “resulta tan perjudicial como un cartucho de salva”.

7.-  Busca un texto que ejemplifique el signo saludable y el signo doble.

En estos momentos recuerdo unos versos de Vicente Huidobro en Altazor, canto IV donde se dice lo siguiente.

Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchína                                                                                                  175
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira                                                                                                              180
La golonlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía


El primer verso podría ser visto como una estructura del signo doble, puesto que su sentido es pleno, la ambigüedad es mínima en la oración, la degeneración del mismo a signo natural viene en los siguientes versos que ponen de manifiesto el carácter artificioso del signo lingüístico, de las palabras. 

miércoles, 29 de enero de 2014

Post-estructuralismo: cuestionario

11.-    ¿Cómo es posible separar el significado del significante, de acuerdo con Eagleton y los post-estructuralistas?

El significado se deriva del juego potencialmente interminable de los significantes; no es propiamente un concepto firmemente atado como un apéndice de un significante en particular. El significante no nos presenta directamente un significado, a la manera en que un espejo entrega una imagen. El significado no es algo que se puede encerrar.

2.- ¿A qué se refiere cuando dice que el significado nunca es idéntico a sí mismo?

El significado se puede presentar en diferentes contextos que lo otorgarán variedad, es decir, que nunca es igual a sí mismo. Los signos deben de ser reproducibles, por lo tanto, su significado dependerá de la situación en la que se encuentre. Tantos son sus usos y reproducciones que será imposible hallar su significado original.


3.- ¿Cómo sería una experiencia o un concepto "libre de toda mácula"?
Somos lenguaje. Somos las frases y los clichés de los que estamos hechos.


Nuestro ser es una abstracción que ha partido del lenguaje, de las palabras que usamos continuamente como monedas, tratar de liberarse de este sistema de reproducciones, de réplicas renovadas sería del todo imposible, tendríamos que innovar un lenguaje, pero incluso ese lenguaje hipotético, replicaría con mucha probabilidad la identidad binaria del nuestro, nos limitaríamos a traducir en ese lenguaje lo que había en el nuestro originalmente, y si ese lenguaje efectivamente podría ser del todo libre, sería tan improbable como imposible.  

4.- ¿Qué es un significante trascendental?

El signo que dará significado a todos los demás. Cada uno de los conceptos que dan fundamento a nuestro sistema de pensamiento y lenguaje. Aquel que no se mezcla con las lenguas y que quiere ordenarlas y servirles de ancla.  

5.- ¿Qué es la desconstrucción?


La operación crítica  por la cual se puede socavar en parte las oposiciones binarias, o por las cuales se puede ver que se socavan mutuamente en el proceso del significado textual, es la idea de que todo sistema puede ser socavado y dinamitado.  

lunes, 27 de enero de 2014

Diferencias entre la preparación de un Elixir de amor y un esturión confitado

Lector, querido lector, trata de no leer este análisis si es de día, porque la lectura de un texto diurno debería ser sólo nocturna y porque los textos son más parecidos a flores que a recetas de cocina o informes anatómicos, lee este análisis cuando sientas que hayas perdido completamente el recuerdo de tus sueños de la noche anterior y cuando tengas noticia de un texto de Umberto Eco titulado “Lector in fabula”.

    La condición necesaria para la comprensión de un texto depende del lector que tenga las competencias lingüísticas necesarias para entenderlo. Aunque, existe otra condición, que es la de rellenar los elementos no dichos,  de la misma manera que un paleontólogo a partir de una vértebra puede reconstruir una columna vertebral, el lector tiene que rellenar las partes faltantes – la cantidad dependerán de cada autor-. Eco dice que: "No dicho" significa no manifiesto en la superficie, en el plano de la expresión: pero precisamente son esos elementos no dichos los que deben actualizarse en la etapa de la actualización del contenido” (pág. 74). La lectura de estos textos por lo tanto son actualizaciones del texto, conforme leemos reconstruimos lo dado por el autor.

    Existen dos tipos de textos que surgen a partir de esta idea: Textos abiertos y textos cerrados. El primero se caracteriza por: “Admitir innumerables lecturas” y donde  se “ampliará y restringirá el juego de la semiosis ilimitada”. Los cerrados no admiten esta libertad, puesto que tratan de ser precisos, su lectura es limitada.

    El cuento del escritor serbio Milorad Pavic titulado Té para dos y que aparece en el libro Los siete pecados capitales, puede ser un ejemplo perfecto de texto abierto. El texto, a primera vista, parece ser del tipo cerrado, está lleno de instrucciones: “El escritor les aconseja, queridos lectores, que no lean este cuento un miércoles y de ninguna manera antes del mes de mayo. Además, lo más conveniente sería que lo leyeran en la noche y en la cama” (pág. 100). El cuento, se construye como una serie de instrucciones para usar un Elixir de amor. Se debe seguir cada una de ellas, de lo contrario no podrá suceder. La lectura se bifurca en dos caminos: El femenino y el masculino, las instrucciones son distintas para cada sexo. Cada indicación es precisa, no admite ambigüedades, en este punto Eco comenta lo siguiente:

Hasta qué punto debe vigilar la cooperación del lector, así como dónde debe suscitarla, dónde hay que dirigirla y dónde hay que dejar que se convierta en una aventura interpretativa libre (pág. 84)
     Un lector modelo tendría que seguir sin dudar las instrucciones del autor, sin embargo, la cantidad de ellas hace que se vuelva improbable, Pavic nos ha metido en un juego con demasiadas reglas como  para que resulte divertido y él se ha dado cuenta desde el principio, constantemente se han comentarios de que esta serie de procedimientos serán violados de todos modos. Una de las indicaciones consiste en soñar un sueño descrito con anterioridad:


Querido Aristin, creo que usted no pudo soñar el sueño exigido y comer allí mismo el almuerzo, aquel bagre frito en agua para el día de San Nicolás. Pero no se desespere. Usted ya sabe, porque echó un vistazo en las instrucciones de Aseneta, que el sueño no se le exige soñarlo, sino para otros propósitos (pág. 104)
    Todo buen estratega sabe prever el siguiente paso de su enemigo de la misma manera que todo buen amante que guste de bailar con su pareja. Sin embargo, en ocasiones llega a ser imposible, no siempre se puede estar ahí y en este momento nos damos cuenta que se trata de un texto abierto. El autor se rinde, su lector modelo es tan improbable que es imposible, por lo tanto se vuelve ficción, se vuelve personaje:

¿Por qué le mientes? ¿Por qué mientes a Aristin, si sabes muy bien que todo es totalmente incierto? Porque los que lo intentan experimentarán por sí mismos que una relación basada en llaves sin cortar y una chuchería femenina no debe significar gran cosa. Puede ocurrir que Aseneta y Aristin simplemente no se gusten (pág. 105).

    La narración propone la imposibilidad de un lector modelo, se ha vuelto tan cerrado que se ha hecho abierto, porque “nada hay más abierto que un texto cerrado” dice Eco.  La lectura de este cuento admite varias lecturas, bien podría ser un Elixir de Amor que se cumple solo en la ficción, podría mostrar también la improbabilidad lógica de la existencia del amor, podría ser una mentira muy educada, podría ser una carta de amor del escritor al lector como se dice en la última parte del mismo, sus interpretaciones y actualizaciones son diversas.

    Un texto cerrado, pero no tanto, no se comporta de este modo. Veamos, por ejemplo,  la receta de esturión confitado con vieiras y caviar:
1.-Trocea el esturión, salpimienta y confítalo a fuego suave en un cazo con abundante aceite de oliva.
2.-Corta la calabaza y la zanahoria en daditos y cuécelos en un cazo con agua y una pizca de sal. Cuando estén blandos, escurre y resérvalos.
3.- Pica finamente la chalota y ponla en un cazo con el vino blanco. Cocina hasta que reduzca casi completamente. Incorpora la nata y los corales de las vieiras. Salpimienta y sigue cocinando hasta que reduzca a la mitad. Tritura y cuela.



    Parecidos, no obstante, diferentes, una lectura distinta de esta receta podría degenerar en un esturión incomestible, una mala cena o un experimento culinario innovador y hasta revolucionario, después de todo no es una receta sino se le puede echar algo propio. Pero con el cuento Té para dos, la violación del sentido estricto es necesaria para el goce literario, existe un placer estético en ir más allá, en atravesar las fronteras y acaparar lo más posible una obra. Querido lector, ahora lee el cuento y acompáñalo con la receta de esturión.

Bibliografía:
Eco, Umbero. "El lector modelo" en Lector in fábula: la cooperación interpretativa del texto narrativo. Barcelona: Lumen, 1993.
Pavic, Milorad. “Siete pecados capitales”. México: Sexto Piso, 2007.
Receta tomada de:



miércoles, 22 de enero de 2014

De las relaciones transtextuales y otros ingenios

El objeto del trabajo Palimpsestos (nombre también de nuestro blog) nos dice Genette es la paratextualidad. De esta podemos obtener cinco tipos de relaciones que mantienen los textos con otros, sin embargo, en esta entrada, estimado lector, sólo mencionaremos cuatro: intertextualidad, paratextualidad, metatextualidad y architextualidad.

    El primer término que toma de Julia Kristeva se llama intertextualidad, que puede definirse como: “una relación de copresencia entre dos o más textos, […] como la presencia efectiva de un texto en otro” (pág. 10) y que puede presentarse como cita, plagio o alusión. En el cuento de Jorge Luis Borges La busca deAverroes tenemos que:

 La pluma corría sobre la hoja, los argumentos se enlazaban, irrefutables, pero una leve preocupación empañó la felicidad de Averroes. No la causaba el Tahafut, trabajo fortuito, sino un problema de índole filológica vinculado a la obra monumental que lo justificaría ante las gentes: el comentario de Aristóteles. […] La víspera, dos palabras dudosas lo habían detenido en el principio de la Poética. Esas palabras eran tragedia y comedia. Las había encontrado años atrás, en el libro tercero de la Retórica; nadie, en el ámbito del Islam, barruntaba lo que querían decir.
    En este cuento se alude constantemente a la obra de Aristóteles la Poética, debido a que se constituye como el núcleo del argumento del cuento la búsqueda de este filósofo árabe de estas dos palabras.

    El segundo tipo de relación se llama paratextualidad, se define como “una relación, generalmente menos explícita y más distante, que, en el todo formado por una obra literaria,  el texto propiamente dicho mantiene con lo que sólo podemos nombrar como su paratexto. Títulos, subtítulo, intertítulos, prefacios, etc” (pág. 12). Como ejemplo tomemos el título de la novela de Joseph Roth: La marcha de Radetzky. Esta obra remite a un texto musical de Johann Strauss padre.


     
La pieza musical fue escrita en 1848, de gran importancia nacionalista del Imperio Austro-Húngaro se constituyó como un emblema de la grandeza imperial y militar. Ahora bien, la novela de Joseph Roth narra el declive y el fin del Imperio, por lo tanto, tenemos una relación estrecha entre ambas obras, para Roth esta pieza musical sirve más como un Réquiem para su nación perdida.
   
    El tercer tipo de trascendencia textual se llama metatextualidad, la cual Genette explica que: “es la relación que une un texto a otro texto que habla de él sin citarlo (convocarlo), e incluso en el límite, sin nombrarlo” (pág. 13). En este caso tomemos como ejemplo la novela de Feodor Dostoievski Humillados y Ofendidos. El protagonista de la novela Ivan Petrovich está escribiendo una novela, la cual es leída por varios de los personajes, pero conforme nos damos cuenta de los comentarios en torno a la novela, pronto podremos darnos cuenta que el argumento de la misma, es muy parecido a dos obras, de hecho, la sutileza con la cual los personajes la comentan nos hace dudar entre ambas:

    “Puse en escena a un modesto funcionario, un desdichado, incluso un poco tonto” explica Vania. Y “¿Por qué este joven ha muerto ha muerto tuberculoso?, pregunta la pequeña Nelly”.  Estas frases nos pueden hacer pensar en Akaki Akákievich, protagonista del cuento El capote (El abrigo) de Nikolai Gogol que sufre un destino similar. Esta primera impresión podría verse asegurada por las afirmaciones de Dostoievski sobre el parentesco que posee su obra inicial con la de su compatriota: “Todos salimos de El Capote”. La segunda obra que podríamos dar por aludida es la primera obra de Dostoievski: Pobres gentes. En el que el oficinista desdichado es Makar Dievushkin y el joven muerto es el estudiante Prokovski.




   El quinto tipo, sí lector, nos hemos saltado el cuarto, se trata de la architextualidad. En la cual “la relación es completamente muda que, como máximo, articula una mención paratextual, de pura pertenencia taxonómica” (pág. 13). En este caso tomemos por ejemplo el título de la obra de Dostoievski: Una novela en nueve cartas. Si bien, este título por demás explícito, nos da una perfecta muestra de lo que el lector puede esperar de esta obra, pero que también nos liga a una tradición de novelas epistolares que tuvo un auge en Europa a partir del siglo XVIII y continuó durante varios años más.


lunes, 20 de enero de 2014

El ascenso de una celebridad: Concepto de Orden de Genette en un cuento de Chéjov.

El texto que analizaré será el breve cuento del escritor ruso Antón Chejov: La celebridad. 
    Genette en su texto Discurso del relato explica que en nuestra narración existe un tiempo de la historia, al cual llama diégesis y el tiempo del relato, su orden procede de la manera en la cual el autor ha dispuesto los hechos para su narración. El orden cronológico, como debemos suponer no es respetado por el escritor, por lo cual cae en ciertas digresiones sobre el tiempo, los cuales son los que se analizarán.
    El cuento inicia con la llegada precipitada de Mitia Kuldarof a la casa de sus padres: “muy excitado y con los cabellos en desorden, entra como un torbellino”, los padres preguntan la razón de su excitación, a este lo llamaremos nuestro “relato primero”. Hasta este momento el relato no ha proporcionado ninguna violación en el tiempo, los hechos han sido contados de acuerdo a la manera en que ocurrieron, Mitia hace una crítica hacia la  ignorancia de su familia por el contenido de los periódicos y les muestra una página del mismo. Aquí comienzan un mecanismo que se basa en mostrar un hecho anterior a lo que se está narrando, Genette lo denomina como analepsis, la cual define como “toda evolución posterior de un suceso anterior al punto de la historia en que se encuentra”.
El alcance del hecho rememorado concierne a la noche del 29 de diciembre, sin embargo, no se nos proporciona una fecha que ubica el hecho presente de la narración, aunque debemos suponer que esta no debe de ser tan lejana, puesto que la excitación de Mitia se debe a la novedad misma del hecho. El “relato segundo” pertenece a una analepsis externa al relato primero, puesto que los hechos que se leen en el periódico son anteriores a la llegada de Mitia a su casa, asimismo, la analepsis no cae en otras analepsis, cuenta cronológicamente lo sucedido y con todo orden lineal.
    El relato segundo narra la salida infortunada de un Mitia ebrio y que termina en un percance no del todo descabalado, el entusiasmo del protagonista se constituye por le da al hecho de ver impreso su nombre en un periódico de circulación por Rusia. Por lo tanto, podemos hablar de una analepsis parcial, puesto que nos proporciona información para entender su entusiasmo, asimismo que su uso se da en narraciones que comienzan in media res.
    Debemos apuntar además que esta analepsis no está dada de forma continua, sino que está segmentada, por lo tanto, no debemos entenderla de forma lineal; la lectura del periódico está constantemente interferida por comentarios de Mitia: “Sí, sí; ¡era yo! […]Fue con la lanza del coche, papá... ¡Lee, lee!...”   de esta manera tenemos saltos del relato 1 al 2. Más concretamente de esta manera:
1 » 2 » 1 » 2 » 1 » 2 » 1 » 2 » 1


    Podemos observar, que el relato termina con el primer relato, una narración que se cierra en el tiempo presente y que concluye con la exaltación de Mitia por conseguir que toda Rusia conozca su nombre por un suceso descabalado y que seguramente dé numerosas analepsis más. 

martes, 14 de enero de 2014

¿Qué es la literatura?

¿A fin cuentas qué es la Literatura? Muchas son las formas en las cuales se presenta el texto literario, el campo en el cual se mueve posee numerosas caras a lo largo de los siglos. Tantos han sido los textos que agrupamos bajo el nombre de literatura que bien podría ser todo literatura, sin embargo, podemos delinear poco a poco los criterios bajo los cuales  podemos agrupar un canon. Existen dos criterios que podrían ayudarnos para esto: “hecho” y “ficción”. Su naturaleza  al principio podría parecernos adecuada, no obstante nos damos cuenta que no es suficiente y mucho menos idónea debido a la manera en la cual hemos delineado estos dos conceptos a lo largo de los siglos debido a la percepción que tenemos de lo que es ficción y lo que es hecho. Las fronteras entre ambas se vuelven cada vez más borrosas conforme retrocedamos en el tiempo, la temporalidad suele dañar percepciones y equivocar juicios. 
Roman Jakobson nos proporciona un buen rasgo para identificar el carácter literario de un texto: el uso del lenguaje. La literatura intensifica el lenguaje, va más allá del plano comunicativo, “violenta el lenguaje cotidiano”, establece nuevas relaciones entre significado y significante. Una mirada objetiva del texto nos permite reformularnos nuestra pregunta inicial sobre la naturaleza del texto literario,  quizá la literatura sea este lenguaje que explote sus posibilidades. El lenguaje común nos ha alienado, la literatura  nos proporciona un medio para escapar a este uso cotidiano, potenciando su valor simbólico, poético, pero antes que todo, su valor no pragmático.
Nuestras indagaciones nos pueden proporcionar nuevas interrogantes sobre la naturaleza de la literatura, bien podríamos comentar que literatura es aquello que las épocas han denominado que es literatura. Hemos contemplado como en numerosas ocasiones los juicios respecto a los textos han agrupado en un mismo campo textos a primera vista dispares, tratando con ello encontrar hilos comunes, rasgos inherentes que podrían guiarnos en este turbulento y multiforme laberinto.
El propósito inicial de ciertos textos no siempre fue el de un fin artístico, sin embargo, las eras han proporcionado etiquetas de literatura a aquello que no nació como literatura, las lecturas han hecho más por la identidad de un texto que la crítica o la teoría en sí. Más que los textos, la forma en que los hemos clasificado dice mucho sobre nuestra identidad como lectores. Tal percepción del texto literario nos lleva a pensar que son los lectores más que los escritores los que llevan el rumbo de la Historia de la Literatura. 
Los juicios que tenemos en torno a los textos no nos dejan otra alternativa, o al menos por ahora, de llegar a esta conclusión, que a falta de mejores  bien podrían encaminar de forma más segura a una aproximación sobre la naturaleza del texto literario. No sería honesto promulgar reglas fundamentales, criterios inamovibles que segmenten de tajo lo que es literatura y que no lo es. Tanto lo que es literatura como lo que no lo es depende más de nuestra percepción, entrever los mecanismos a los cuales nos han llevado tales conclusiones sería lo verdaderamente interesante y que tendrá seguramente numerosas respuestas.

Quisiera concluir con una leyenda hindú que refiere la historia de un pintor que estaba obsesionado con la idea de Dios. Al final se le permitió el derecho de poder pintar el rostro de la divinidad, se acercó al templo y alzó los ojos, comenzó velozmente los trazos de una obra magnifica, era una muestra de la maestría del pintor, acto seguido volvió a alzar los ojos, el rostro de Dios se volvió a transformar, enfadado el pintor borró lo comenzado e inició su tarea nuevamente, esta vez era una muestra de innovación en el canon artístico, las líneas no se habían visto nunca en la pintura de la época. Volvió a alzar los ojos y la multiforme naturaleza del representado había transmutado, vencido el pintor no pudo cumplir el reto de pintar la divinidad. Dios, o dioses, puesto que la naturaleza religiosa de la India nos permite este plural, bajó los ojos hacia el pintor y le entregó un espejo, este reflejó al pintor, le comentó que ese también era uno de sus rostros. El pintor realizó un autorretrato; había realizado su visión de Dios, la más adecuada para él. Pienso que un fenómeno parecido ocurre cuando intentamos definir literatura, cada persona logrará delinear una, la cual nos dirá más sobre el lector mismo que sobre la Literatura.