miércoles, 8 de enero de 2014

Mi primer contacto con la teoría literaria.

Observar, analizar, cortar, diseccionar. La teoría literaria saca el bisturí y penetra en la obra, me muestra su delicado funcionamiento, hay algo de sádico en esta acción, pero no podría ser de otra manera. En ocasiones la teoría literaria cumple funciones propias de un entomólogo cuando analiza un poema o un cuento breve, hay enfoques más audaces que nos han permitido vislumbrar los vastos paisajes de los clásicos, ya sea Dostoievski o Joyce, más cercanos a la monumentalidad de un Leviatán.

Ver, ver el hilo negro, ver a través del velo, ver tras bambalinas como una obra se pone en escena, siempre he pensado que la teoría literaria tiene algo de vouyerista, nos causa placer ver qué sucede entre líneas, esa fue mi primera impresión sobre la teoría literaria. La segunda fue un poco menos poética, menos sagrada, menos metafísica, más  fría y por ello más honesta como cualquier ciencia.

1 comentario: