viernes, 7 de febrero de 2014

LA PORNOGRAFÍA COMO UN FENÓMENO DE MASAS

¿Qué encontramos de divertido en un acto que se repite constantemente? Todos tenemos expectativas de lo que veremos, no se rompen nuestras expectativas, básicamente ves una y ya viste todas. ¿O no?...



    Debemos entender la pornografía como un fenómeno de masas, no del todo aceptado. Siempre ha corrido por debajo de los gustos socialmente aceptables, pero siempre ha estado presente, de forma marginal y cubierta por el tabú. La llegada del siglo XX, las revoluciones sexuales le han dado una apertura cada vez mayor a la industria de la pornografía. Tenemos íconos de la industria del porno, desde la revista del conejito hasta la emblemática “Garganta profunda”. Adorno (1945) nos dice que:

La propia cultura se convirtió en medio de alimentar el sistema del capitalismo moderno. La cultura de masas significó entonces eficacia, cálculo y predicción, las mismas pautas de comportamiento a través de las cuales estos autores habían caracterizado el comportamiento del hombre moderno trasladadas ahora al mundo de la cultura (pág. 108)
    La cultura del sexo se ha vuelto en uno de los pilares del mercantilismo, del capitalismo más voraz que tiene que cumplir cada vez más con la demanda en alza de los consumidores de pornografía, la cual a partir de los años 60 creció a ritmos impresionantes, las revoluciones sexuales de los años 80 marcaron la consolidación de la pornografía como un mercado altamente rentable, su crecimiento no sólo refleja está industrialización que se da igualmente en la música, en el cine, en el arte en general, sino que también nos habla de una apertura liberal sobre los tabúes sexuales. Las revistas impresas y los posters eran los medios idóneos para su difusión.


    ¿La pornografía es un arte? Lo primero que podríamos responder es no, quizá por cuestiones más morales que estéticas, sin embargo, debemos reconocer que aunque hay un río de leche que separa la pornografía de lo erótico, la inquietud artística de representar el sexo de forma explícita y cruda en el arte ha incrementado, ha tenido altas y bajas de acuerdo a los estatutos morales de las generaciones, pero a pesar de ello, nos han llegado obras como las de Boccaccio, el Marqués de Sade, Pierre de Brantome, y en el siglo XX, Bataille, Miller, o en el XXI con Houellebecq y con la novela de Welsh “Porno”, no es fenómeno exclusivo de la literatura, también lo es del cine, de la pintura, del teatro y en ocasiones de la danza. Si la pornografía no es arte, al menos debemos admitir que el arte tiene mucho de la pornografía.


    No han sido pocos los analistas económicos que vieron un gran potencial en las tecnologías del internet con respecto a la pornografía. No sólo los servicios de información se beneficiaron con las tecnologías de los satélites, la banda ancha y la fibra óptica, así tenemos que:

 La cultura de la imagen confirmaba, pues, la nueva naturaleza de un arte mercantilizado: la del bien de consumo. Este carácter mercantil sustituyó las cualidades estéticas de la obra de arte por el valor de cambio que fijaba externamente la lógica comercial (pág. 109)

    La cultura de la imagen relativiza el carácter estético de la obra de arte, se inserta dentro de una lógica comercial que impone estándares bien definidos, la obra de arte deja de serlo  muchas veces al apegarse a estos parámetros.  ¿Qué sucede con la pornografía? Debemos notar, que su crecimiento ha sido exponencial, según estadísticas del 2006 reportó ganancias por el monto de 97 mil millones de dólares, pero aquí sucede algo demasiado curioso como para no ser notado: La pornografía se rige igualmente por una ley de oferta y demanda, con la llegada de internet, no sólo se diversifica el gusto sino que también se refina.



    Anteriormente los tópicos en la pornografía no pasaban de las chicas o chicos, vestidos en ropa interior en poses atrevidas o en su defecto, desnudos,  sino que ahora, existe un amplia gama de elección que explora cada una de las filias,  al ser internet un medio de comunicación mundial, la legislación ha sido un poco ambigua sobre lo que se debe y no debe de hacer en la red, a pesar de ello, la pornografía ha explorado estas posibilidades. Un acto que englobaba sólo el acto de cópula se ha diversificado, ya no sólo tenemos orgías heterosexuales, bisexuales y homosexuales, sino que existe un interés estético en representar el acto sexual, llenarlo más de erotismo y menos de pornografía. Aunque generalmente estas producciones no pasan del terreno del kitch, es muy interesante observar en los últimos diez años el crecimiento de estas producciones que cumplen con todas las normas de cualquier producción cinematográfica, en algunos casos las actuaciones y los argumentos son inusitadamente buenos.  Tenemos de esta manera, películas pornográficas que podrían catalogarse como históricas, donde explorar las filias de un personaje histórico son buen motivo para rodar cámaras, películas detectivescas, de terror, románticas  cuyos argumentos cumplen todos los requisitos de las novelas rosas, y finalmente, aquellas que parten de la parodia para crear una producción, en estas últimas se parte de una película, serie de televisión, hecho actual de gran popularidad  para recrearlo en el mundo del sexo, lo cual en ocasiones, constituye un ejercicio muy interesante de intertextualidad. 

Para Adorno y Horkheimer, la evasión y el divertimento constituyeron las nuevas formas de «placer estético»7. La sociedad capitalista hacía de la diversión una necesidad vital. La dialéctica de la industria cultural - reiteración, estandarización, producción en serie – era análoga al ciclo biológico que el hombre como ser vivo comparte con la naturaleza. Un público ávido de entretenimiento consumía los objetos culturales, los destruía y los incorporaba a su metabolismo, como incorporaba cualquier otro bien comestible (pág. 109)

    El buen sexo siempre es divertido, pero la pornografía puede no serlo siempre, la repetición de un acto básico ha necesitado recurrir a explorar nuevos medios para ser representada, el gusto por la pornografía, es también un gusto que en últimos años ha sido socialmente aceptable y más aún, saludable, la normativización del uso de la pornografía ha sido uno de los aspectos más controvertidos en los últimos años.

    La última cuestión que me queda por comentar ha sido la aparición del sexo amateur como categoría de la pornografía, es difícil delimitar la realidad en la pornografía, más aún cuando se trata del orgasmo femenino. La pornografía también es una fábrica de fantasías, como cualquier ficción, a pesar de ello, al espectador le queda cuestionar la veracidad del placer que contempla, la aparición de personas teniendo sexo ha sido un tema de debate, pero que nos da un interesante punto de vista de la participación del sujeto que quiere formar parte de este medio de expresión al parecer, poco ortodoxo. 






miércoles, 5 de febrero de 2014

Cuestionario: Postestructuralismo II

1    1.-   ¿Qué es un signo saludable y un signo doble?

Un signo saludable es aquel que llama la atención sobre su propia arbitrariedad, da cuenta de su propia artificialidad. Un signo doble es aquel que hace señales dirigidas a su propia existencia material a la vez que transmite un significado.

2.- ¿Qué es un texto escribible?

Son los textos que animan al crítico a modelarlos, a trasladarlos a diferentes tipos de discurso, a producir un juego propio semiarbitrario de significado en contraposición a la obra. El lector o el crítico cambian su papel de consumidor por el de productor.

3.-¿Cuál es el grado cero de la escritura?

Es en el momento en el que no existe un motivo preciso por el cual escribir, en el momento en que este acto se vuelve intransitivo.  Las palabras son el objetivo.

4.- ¿Cuál es el último terreno que queda al placer del significante?

El escribir o el leer-como-si-se-escribiera, constituye el último terreno sin colonizar donde el intelectual puede esparcirse, saborear la suntuosidad del significante.

5.- ¿Cuál es la relación entre el post-estructuralismo y el compromiso político?

El postestructuralismo fue producto de esa mezcla de euforia y desilusión, liberación y disipación, carnaval y catástrofe de 1968. Incapaz para romper las estructuras del poder estatal, el postestructuralismo vio que sí era posible subvertir la estructura del lenguaje.

6.- ¿Cuáles son los argumentos de Eagleton contra los post-estructuralistas?

La resignación ante el hecho de no poder afirmar nada, lo cual cae en un excesivo relativismo. Y al no afirmar nada no se compromete con nada, lo cual “resulta tan perjudicial como un cartucho de salva”.

7.-  Busca un texto que ejemplifique el signo saludable y el signo doble.

En estos momentos recuerdo unos versos de Vicente Huidobro en Altazor, canto IV donde se dice lo siguiente.

Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene la goloncima
Viene la golonchína                                                                                                  175
Viene la golonclima
Ya viene la golonrima
Ya viene la golonrisa
La golonniña
La golongira                                                                                                              180
La golonlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía


El primer verso podría ser visto como una estructura del signo doble, puesto que su sentido es pleno, la ambigüedad es mínima en la oración, la degeneración del mismo a signo natural viene en los siguientes versos que ponen de manifiesto el carácter artificioso del signo lingüístico, de las palabras.