1)
¿Cómo funciona la literatura como ideología?
Terry
Eagleton en la conclusión de su libro: “Una introducción a la teoría literaria”
reflexiona sobre la validez de la crítica literaria, sin embargo, comienza a
preguntarse sobre el papel de la literatura dentro del mundo práctico. De esta
reflexión tenemos la siguiente máxima: “Los departamentos de literatura en las
instituciones de educación superior son, por lo tanto, parte del aparato
ideológico del Estado capitalista moderno”. En la literatura existen mecanismos de poder,
de validación de discursos, es también un campo de batalla para posicionar
determinados valores sobre otros, de esta forma los textos se ven como bases
para asentar el poder. La labor de pensar generará a la larga, cuestionamientos
y críticas contra el poder.
La academia y la crítica literaria se
erigen como instrumentos e instituciones donde se vigila el pensamiento. El
conocimiento y la especialización en el estudio de la literatura se ve
restringido a la forma del discurso más que a lo dicho, puesto que el dominio
de este lenguaje asegura validez sobre lo dicho, aunque este no tenga, al final
tanta importancia. “Los teóricos literarios, junto con los críticos y los
profesores, más que impartidores de una doctrina son guardianes del discurso”.
Su función es la de vigilar lo expresado por sus discípulos y castigar
cualquier transgresión al mismo, y esto en base a lo normativizado por el
Estado. La represión es también una parte vital de este proceso ya que
descalificará cualquier discurso que vaya en contra de las normas o cuestione
los métodos de estudio o acercamientos al mismo.
El discurso como tal no tiene un
significado claro, pero sí se puede afirmar continuamente qué no es el
discurso, a partir de ello la exclusión y defensa del mismo se torna más clara.
Otros de los mecanismos que mueven a la
literatura como ideología, y quizá el más importante es el de asegurar un
“canon”, este canon se le considera inmutable y hasta cierto punto
incorruptible, la validez de un discurso se llevará a cabo considerando qué tan
apegado se encuentra a este canon. El canon no se cuestiona, la academia
invalidará todas las lecturas que ofrezcan una perspectiva distinta de este.
2)
¿De qué manera se relacionan la forma y el contenido literario?
Las formas cambian constantemente, el
contenido posee en su núcleo los valores de las clases gobernantes, sin
embargo, este contenido o el significado no es del todo claro, sino más bien
difuso.
El contenido perfila la forma, esta forma
es el tema de estudio de los académicos. Son guardianes del discurso, pero rara
vez del contenido. El académico se centrará más en la forma que en lo dicho,
podrá olvidar lo enunciado pero no el cómo ya que a partir de la forma se
validará el contenido, se rechazará o se autorizará. Las formas también
obedecen a distintas circunstancias históricas, cada una genera una forma propia,
las formas cambian más que los contenidos.